El Congreso de la Ciudad de México aprueba multas y arrestos para quienes ocupen la vía pública, pero detrás de la franela hay historias de precariedad y falta de empleo formal
Los chilangos están acostumbrados al silbido de los franeleros para dar paso, como a la música de los organilleros, la grabación de los tamales y otros empleos que han crecido junto con la ciudad. Para algunos, son trabajadores sin otra alternativa; para otros, son delincuentes que abusan del espacio público. Los también llamados viene viene de la Ciudad de México surgieron hace más de 50 años como una respuesta a la falta de empleo y la necesidad de los automovilistas ante la escasez de estacionamientos en la capital. Con el tiempo, algunos se han sumergido en dinámicas delictivas como extorsiones y agresione