En el barro , la nueva serie de Netflix, spin-off del éxito argentino El Marginal (ambas creaciones de Sebastián Ortega) la violencia descarnada lo es todo. Eso, debido a que la trama explora en la cárcel femenina de La Quebrada y se construye a partir de un hecho detonante. Una de las reclusas logra fugarse, lo que desata un clima de tensión que arrastra al resto de presas a una espiral de conflictos. A partir de ahí, la narrativa se alimenta de situaciones extremas. Enfrentamientos entre facciones internas, explotación sexual, dinámicas de trata de personas y múltiples formas de abuso institucional.
El guion de Silvina Frejdkes y Alejandro Quesada no se detiene ante nada, y su violencia explícita es una marca de estilo. Lo que hace de la producción una de las más sangrientas