Parafraseando al viejo tema de Viglietti, el Presidente podría cantar: “me matan si no ajusto, y si ajusto me matan”. Todas las votaciones de las últimas semanas en el Congreso lo ponen en esa disyuntiva: si los mercados lo ven timorato, desconfían, y si la mayoría social lo ve cruel, le ocurre lo mismo. No es la primera vez que sucede esto en la historia, obviamente. Pero para zafar de esa encerrona, el Gobierno debería tener una válvula de escape que se llama consumo masivo, la cual no se verifica.

El EMAE del Indec (ojo con las renuncias internas) lleva dos meses seguidos en leve baja, lo cual significa un agotamiento de la recuperación. Con apretón monetario, tasas por las nubes y “plan recesión” va a ser muy difícil que suceda algo distinto.

Definitivamente esta semana fue mala en m

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