Durante años, algunos sectores de la oposición venezolana han insistido en pedir sanciones económicas y petroleras contra el país, bajo el argumento de que toda actividad productiva, especialmente el ingreso de divisas por la vía del crudo, fortalece al gobierno de Nicolás Maduro.
Esa visión no solo ha demostrado ser ineficaz en términos políticos, sino que además resulta profundamente incoherente desde el punto de vista económico, moral y estratégico. Si se parte de la premisa de que “todo lo que genere ingreso al Estado fortalece al gobierno oficialista”, entonces habría que dejar de pagar absolutamente todos los impuestos y servicios que millones de ciudadanos y empresas pagan día a día. Que por cierto esa estrategia también fue inviable en el año 2002 cuando se inició una huelga gener