
La comarca de Pinares, entre Burgos y Soria, se ha concentrado este domingo en el comunero de Revenga, perteneciente a Quintanar de la Sierra, Regumiel y Canicosa, para reclamar a la Junta de Castilla y León que ponga todos los medios necesarios en la prevención y extinción de incendios forestales. La protesta ha concentrado a más de medio millar de personas que han criticado la falta de medios en la zona en caso de un incendio forestal.
Representantes de varios municipios y asociaciones han trasladado su preopación por el futuro de unos montes que consideran “abandonados a su suerte”. “La devastación de un incendio es comparable a la de una guerra. No es una cuestión de si el monte arderá, sino de cuándo. Si no hay políticas de medio y largo plazo, no tendremos futuro. Europa ya lo hace, pero aquí seguimos sin actuar”, ha apuntado Felicidad Chicote, una de las portavoces..
Los organizadores han señalado que el objetivo de la concentración era “dar un toque de atención a la administración” y reclamar un cambio en el modelo de gestión forestal. “Estamos aquí porque tenemos miedo, porque cada verano nos despertamos sin saber si será el último en el que podamos ver el monte verde. No podemos vivir con esa incertidumbre”, ha señalado .
En las pancartas se podía leer peticiones de dimisión al presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y al consejero de Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones. “Quiñones, soluciones o dimisión”, recogía. También otros carteles cuestionando la finalidad de los impuestos si no hay “medios, bomberos y sin inversiones” o recordando que “los montes son nuestro patrimonio”.
Falta de medios y privatización del servicio
Buena parte de las intervenciones han coincidido en señalar la falta de medios técnicos y humanos para atajar los incendios. “Una motobomba para 30.000 hectáreas no es suficiente —como es el caso de la parte burgalesa de Pinares—. No tenemos torretas de vigilancia, apenas algunas, y la mayoría no funcionan. La coordinación entre Junta, empresas privadas y Tragsa es un caos: hasta un 80% de los servicios están externalizados. Eso significa que quienes se juegan la vida lo hacen en condiciones precarias”, ha aseverado un bombero forestal que ha intervenido
Esta externalización del servicio y los contratos temporales fueron también duramente criticados. “Se gasta más en apagar bulos que en apagar incendios. La prevención apenas existe, los contratos son insuficientes y el personal trabaja en condiciones precarias. Pedimos que se cumpla la ley y que haya vigilancia y prevención durante todo el año, no solo en verano”, ha apuntado Chicote.
La memoria de los grandes incendios
Con los incendios de toda Castilla y León todavía en ciernes, han señalado que en esta comarca, con más de 100.000 hectáreas de pinos “puede pasar lo mismo”. “Si se da la ignición en las condiciones adecuadas, no habrá manera de pararlo. Ya lo hemos vivido y no queremos repetirlo”, ha apuntado Chicote.
El miedo a perder un patrimonio natural único planeó sobre todas las intervenciones. “Nuestros montes no son un parque temático para el turismo. Somos garantes de este territorio, lo trabajamos, lo cuidamos y lo defendemos. Queremos que nuestros hijos conozcan el monte que trabajaron sus abuelos”, ha apuntado la alcaldesa de Salas de los Infantes, Ada Marcos.
Llamamiento desde los ayuntamientos
La alcaldesa de Palacios de la Sierra, Raquel Munguía (Vïa Burgalesa), ha llamado al resto de corporaciones municipales para crear una unidad política en torno a la defensa de los montes. “Siempre lo mismo, siempre las mismas promesas incumplidas. Me da igual el color de los partidos o de las siglas: lo que necesitamos es que se empiece a trabajar de verdad. Los pinos aquí no son rojos, ni morados, ni azules son negros del humo de los incendios”, ha subrayado.
Por su parte, el teniente de alcalde de Covaleda, Carlos Llorente , ha denunciado también la escasez de agentes medioambientales y de medios materiales en la zona soriana. “En nuestra comarca somos pinariegos, tenemos arraigo y defendemos el monte, pero no podemos hacerlo solos. Aquí apenas contamos con 12 agentes y la mayor parte de las torretas están abandonadas o cubiertas de vegetación. Hemos tenido la suerte de no sufrir incendios graves en veinte años, pero con los medios nefastos que tenemos no podremos pararlos cuando lleguen”, ha aseverado.
Propuestas desde el territorio
Más allá de la crítica, el alcalde de Quintanar, Antonio Gil, ha trasladado propuestas concretas como que se permita de nuevo el pastoreo en los montes, como método natural de limpieza de cortafuegos. “Los cortafuegos están llenos de maleza porque se abandonan. Si dejamos entrar el ganado, estarían limpios y el riesgo de incendios sería mucho menor”, ha afirmado.
El regidor también ha reclamado que se habiliten depósitos de agua en las pistas forestales, abrir los cotos para labores de limpieza y reinvertir parte de los fondos obtenidos en los propios pueblos. “Al menos el 15% de lo que se recauda debería volver a la comarca para reforzar la gestión forestal, pero eso no ocurre”, ha lamentado.
La concentración ha terminado con un llamamiento a la unidad y a la responsabilidad compartida. “Las ciudades también tienen que arrimar el hombro. Lo que está en juego es el patrimonio natural de todos”, ha instado el vicepresidente de la Real Cabaña de Carreteros, Ambrosio Montero.