El sol y el calor no han impedido que la Plaza Nueva de Bilbao se haya llenado hasta los topes este domingo al mediodía para disfrutar de la 65ª edición del tradicional alarde de txistularis . Desde primera hora, el ambiente ya auguraba lo que estaba por venir: familias enteras, cuadrillas de amigos y curiosos de paso se han acercado a este punto neurálgico de la villa para asegurarse un buen sitio desde el que seguir el concierto. Minutos antes de que comenzara, ya no ha quedado ni un asiento libre y el público se ha agolpado de pie alrededor del escenario, abanico en mano, buscando aire fresco bajo el intenso calor de agosto.
El ambiente festivo se ha abierto con la presencia del pregonero y la txupinera , que han sido recibidos con una ovación unánime, como preludio de u