Atracar la nevera y comer sin parar, sin ningún control, rápido y sin hambre grandes cantidades de comida. Después arrepentirse y avergonzarse de ello. A muchos les puede sonar de algo esta acción que está considerada como el síndrome del atracón y que forma parte de uno de los trastornos de la conducta de la alimentación que más está creciendo en el último lustro. Para que esta ingesta excesiva se considere un problema de salud se tiene que producir durante un mínimo de dos horas seguidas y al menos una vez por semana.
Este trastorno, que hasta no hace mucho no estaba catalogado como tal hasta una de las últimas actualizaciones del manual de diagnóstico psiquiátrico , se ha disparado, principalmente, por el aumento de la ansiedad. Así lo han constatado psicólogos en la pro