E n una tarde parcialmente nublada en Pittsburgh, el estelar Paul Skenes puso el brillo acostumbrado desde el centro del diamante con otra salida hermética. El derecho dominó a su antojo a Colorado y se reafirmó entre los mejores lanzadores de la historia durante sus primeras campañas en el béisbol más exigente del mundo.

Mientras su novia Olivia Dunne compartía imágenes disfrutando del US Open de tenis en New York, Skenes se encaramó en la lomita del PNC Park y sentó cátedra con siete episodios en blanco , sin boletos y solo tres hits en su cuenta. El derecho no permitió que ningún rival le llegara a la tercera base y solo dos lograron colarse en posición anotadora.

Como suele ser habitual, el as de los Pirates mezcló su repertorio para sacar de balance a los bateadores de Co

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