Mantener la base de la olla limpia puede parecer un desafío, pero existe un método rápido y no abrasivo que garantiza resultados impecables. Con este truco, tu olla recupera su apariencia original sin riesgo de rayaduras ni daños en el material. Solo necesitás algunos productos sencillos y seguir pasos muy claros para que cada limpieza sea efectiva y segura.
Para empezar, aplicá butilglicol sobre la base externa de la olla durante uno o dos minutos. Luego, espolvoreá bicarbonato de sodio y frotá con una esponja común para remover las manchas superficiales. Para eliminar cualquier residuo más persistente, podés usar una esponja blanca, que retira las manchas sin rayar la superficie. Finalmente, lavá la olla con jabón y enjuagá cuidadosamente hasta que no quede olor ni residuos de