El Gobierno de Trinidad y Tobago ha expresado su apoyo al despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, cerca de las aguas territoriales de Venezuela. Esta decisión se produce en un contexto de creciente violencia relacionada con la presencia de grupos narcoterroristas en la región. La primera ministra Kamla Persad-Bissessar afirmó que su país está dispuesto a facilitar el acceso a su territorio a las fuerzas estadounidenses si el régimen de Nicolás Maduro ataca a Guyana.
"Si el régimen de Maduro lanza algún ataque contra el pueblo guyanés o invade territorio guyanés y el gobierno estadounidense solicita acceso a territorio trinitario para defender al pueblo guyanés, mi gobierno se lo facilitará sin reservas", declaró Persad-Bissessar.
La región del Esequibo, que es administrada por Guyana pero reclamada por Venezuela, ha sido foco de tensiones. La primera ministra subrayó que Trinidad y Tobago ha enfrentado un aumento significativo de la delincuencia transnacional y la actividad de bandas en los últimos 20 años, lo que ha llevado a su gobierno a buscar apoyo internacional.
Persad-Bissessar también destacó que los pequeños Estados insulares como Trinidad y Tobago carecen de los recursos necesarios para enfrentar a los carteles de la droga. "Los carteles han podido infiltrarse en las altas esferas de las sociedades caribeñas, lo que les ha permitido ejercer una influencia significativa en las decisiones políticas y económicas", afirmó.
El gobierno de Guyana, por su parte, ha manifestado su preocupación por la amenaza que representa el crimen organizado transnacional y el narcoterrorismo, haciendo referencia al Cartel de los Soles de Venezuela. En un comunicado, el gobierno guyanés expresó su compromiso de trabajar con socios bilaterales para combatir esta amenaza.
La situación se intensificó cuando el presidente Maduro ordenó el despliegue de 4,5 millones de milicianos en Venezuela, tras el aumento de la recompensa de EE.UU. por información que conduzca a su captura. La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que Washington está preparado para "usar todo su poder" para frenar el flujo de drogas hacia su país, lo que podría incluir el envío de buques y soldados a la región.
En medio de estas tensiones, Venezuela ha acusado a Guyana de ser un peón de los intereses de la petrolera estadounidense ExxonMobil, lo que añade otra capa de complejidad a la situación en el Caribe.