En un país polarizado como Venezuela, en el que las terceras vías no son siempre las más visibles, una nueva incomodidad le surgió al madurismo: el chavismo disidente. No están alineados con la oposición tradicional, pero sí consideran que la deriva autoritaria debe llegar a su fin.
Este es un sector que, si bien no es nuevo, está integrado por exfuncionarios, líderes de base y organizaciones políticas que en su momento apoyaron a Hugo Chávez, pero que poco a poco han presentado su postura crítica en lo político, económico y social.
Sus cuestionamientos no son al chavismo como ideología. Por el contrario, hay quienes aún creen en los principios originales de la “Revolución Bolivariana” y eso, precisamente, los ha convertido en un recordatorio incómodo para el poder, que los ha terminado