La actual crisis económica, dominada por una caída importante del poder adquisitivo de los hogares, está obligando a miles de familias a modificar sus hábitos alimentarios, adecuándolos a sus reales posibilidades económicas, aunque en desmedro de la calidad nutricional.

Así lo revela un análisis comparativo nacional realizado por el Instituto de Estadísticas y Tendencias Sociales y Económicas (Ietse) del Centro de Almaceneros de Córdoba, que muestra una profunda brecha estructural entre lo que las familias consumen realmente y lo que las recomendaciones nutricionales de Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) sugieren.

El estudio –basado en encuestas a 3.750 hogares– analiza el consumo de alimentos en hogares de cuatro integrantes de las 23 provincias del país y de la Ciudad

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