Por Giovanni Efraín Reyes Ortiz *
Especial para EL NUEVO SIGLO
NADIE EN su sano y elemental juicio, puede negar que los ataques contra Israel el 7 de octubre de 2023, constituyeron un acto terrorista. Es innegable la tragedia de aproximadamente 1.400 muertos y el drama que se originó con los rehenes, parte de la sangrienta realidad que aún continúa.
Los sucesos, los eventos se juzgan siguiendo criterios específicos. En este caso, lo que se desea poner de manifiesto es el sentido humanista que está implicado en esta continua y creciente tragedia en Gaza, o Sudán, o Kiev.
No se entiende qué es lo que el ataque de Hamás perseguía contra el pueblo judío ese terrible 7 de octubre. No se logra identificar la lógica de las situaciones, sabiendo como es, que el actual Gobierno israelí −