Todos los bares de España tienen sus peculiaridades. Por ejemplo, en León tienen una forma particular de pedir las tapas . Sin embargo, hay una costumbre que sólo existe en los locales de Asturias y que merece la pena proteger.

Por su relación con la sidra, en algunas zonas los llaman chigres, pero la verdadera esencia de Asturias, independientemente de la bebida, son los bares-tienda .

Esta costumbre casi no existe en ninguna otra parte de España, pero en el principado es lo más común. No es un ultramarinos, no es una tienda, no es un bar ni una taberna. Y, sin embargo, es todas esas cosas al mismo tiempo.

La costumbre en los bares de Asturias que no existe en otras comunidades autónomas

Quien se tope por casualidad con uno de estos lugares puede pensar que ha viajado en el tiempo, pero en los pueblos asturianos esta costumbre sigue siendo bastante común .

Cruzas la puerta y ves infusiones, galletas, martillos, pilas, cerillas y, justo al otro lado, una barra con sillas, café recién hecha y una buena bebida. Parece incompatible, pero se trata de un bar-tienda.

Un motivo por el que sigue siendo tan habitual en los pueblos es la necesidad de aprovechar la escasa demanda y servir para todo a sus habitantes . Por ello se esfuerzan en que sea un lugar donde comprar lo básico del día a día y, al mismo tiempo, charlar con los vecinos.

Por ejemplo, en Obona, en plena ruta del Camino Primitivo, hay uno de esos bares que parecen sacados de una película. A un paso del monasterio románico de finales del siglo VIII, uno entra para pedir un refresco o un té, pero acaba quedándose por la conversación y esa sensación de tienda de toda la vida.

Pero estos bares no son una costumbre puntual. De hecho, forman parte del paisaje rural de Asturias . Por desgracia cada vez quedan menos, pero unos cuantos todavía sobreviven gracias a los vecinos y al turismo rural.

Qué diferencia a los bares-tienda asturianos del resto de locales

Durante décadas, estos bares-tienda fueron el corazón de muchas aldeas. Servían lo mismo para comprar pan que para debatir sobre el tiempo , la cosecha o el último partido del Sporting o del Oviedo.

Es decir, eran espacios funcionales pero también sociales y emocionales. En ellos se vendía lo necesario, pero su éxito radicaba en que sabías que siempre iba a haber un vecino con el que pasar un buen rato.

Por ejemplo es el caso del bar-tienda de Cai Milio , fundado hace 100 años y que todavía sirve de punto de encuentro del pueblo de Oviñana (Cudillero). Es decir, la principal diferencia respecto a un bar es que, en el caso asturiano, es el alma del pueblo.

Por qué la costumbre de los bares-tienda en Asturias no debe desaparecer

Asturias tiene restaurantes que rozan el siglo de historia , pero hay un motivo particular por el que salvar los bares-tienda es más importante todavía: son la imagen de la España vaciada que se niega a desaparecer .

Si esta costumbre asturiana acaba olvidándose, será el fin de un legado transmitido entre generaciones y de una forma de entender la vida en España más allá del consumismo.

Los bares-tienda son la prueba de que se puede vivir sin prisas, preocupándose por el vecino y apoyando al comercio local. Y todo sin grandes campañas de marketing.