La dama de hierro de la Lucha olímpica deltana, aprendió a no llorar. Puede estar derramándose el Orinoco por dentro y no verán una lágrima.

En su cultura familiar y formación deportiva “las chicas duras no lloran”, menos aquellas que son luchadoras. Son signos de debilidad que no tienen cabida ni deben ser tolerados.

No pasa lo mismo con las nuevas generaciones, que algunos llaman de cristal. Lo suyo es decir lo que sienten y si les corresponde soltar las lágrimas, lo hacen, ni modo. Aprendieron a exteriorizar los sentimientos, más allá de que algunos piensen que eso es fragilidad. Sus emociones están a flor de piel. Son los tiempos que vivimos.

A Perla Peña Pitre le correspondió cerrar el nacional de Lucha escolar sub 15, celebrado en Delta Amacuro. Fue la última contienda y lo hizo c

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