El 12 de agosto de 1984, Luis Aparicio fue el primer venezolano, y cuarto latinoamericano de la historia elevado al Salón de la Fama, tras Roberto Clemente, Martín Dihigo y Juan Marichal.

“Quiero agradecer a mi padre, quien fue un shortstop mucho mejor que yo” dijo Luis en su discurso, al ser elevado, “por haberme dotado de lo necesario para destacar en Grandes Ligas. Gracias a los fanáticos de Chicago, Báltimore, Boston y Venezuela por hacerme tan feliz. Gracias a Dios por tantos momentos especiales, como Este”.

Pero, Luis no hubiera sido tal figura, de no haber nacido con los pies planos. Por eso lo rechazaron de las Fuerzas Armadas de Venezuela donde hubiera sido militar toda su vida.

No obstante, fue campeón en bases estafadas de la Liga Americana nueve temporadas consecutivas. Cuan

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