El único empleado trae un vaso de leche fría. El tarro de vidrio es de unos 500 ml y cuesta sólo veinte pesos. Veinte pesos por un instante con sabor a mantequilla, olor a vainilla y frescura de rancho.

Son las seis de las tarde en la última lechería tradicional de Mérida, un domingo cualquiera. Se ubica en la calle 69 entre 66 y 68, cerca de la terminal del ADO. Además de leche (pura y bronca), venden yogur (labin), nata, quesos, bolis y postres como arroz con leche y flan de huevo, entre otros productos.

En la página de Facebook del local (https://www.facebook. com/DeLechePura) se indica que tienen más de 50 años deleitando con productos artesanales de leche pura de vaca. “Producimos localmente, no es producto que se trae de otros estados; productos frescos y completamente naturales si

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