La relación entre los olores que desprende el cuerpo humano y el estado de salud no es una novedad. Sin embargo, ha cobrado relevancia por los avances en la investigación biomédica. El caso de Joy Milne , una enfermera jubilada escocesa, fue un catalizador clave en este terreno, al demostrar que ciertas enfermedades producen olores corporales específicos antes de que los métodos tradicionales puedan detectarlas. Su historia ha derivado en investigaciones multidisciplinarias y el desarrollo de tecnologías que prometen cambiar el diagnóstico temprano de diversas patologías.
Según un artículo reciente de la BBC , Joy Milne comenzó a notar un olor almizclado diferente en su esposo antes de que le diagnosticaran la enfermedad de Parkinson , una dolencia neurodegenerat