"Espero que estén atentos a la llamada que Jesús podría hacerles para seguirlo más de cerca en el sacerdocio" y "que puedan, poco a poco, domingo tras domingo, descubrir la belleza, la felicidad y la necesidad de una vocación así". Con esas palabras, León XIV se ha dirigido a las "conciencias de jóvenes, entusiastas y generosos" monaguillos franceses en peregrinación a Roma, con los que se reunió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico.

Durante su discurso, en el que destacó la importancia de la Eucaristía como lugar de encuentro con el amor de Cristo, i nsistió en la "vida tan maravillosa del sacerdote" que, "en el centro de cada uno de sus días, a través de la misa, encuentra a Jesús de una manera tan excepcional y lo dona al mundo". "Les diré algo que deben escuchar, aunque p

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