España enfrenta una revolución silenciosa en su mercado inmobiliario . A partir de 2030, las viviendas con clasificación energética inferior a la E quedarán excluidas del mercado de compraventa y alquiler, según la normativa europea que obliga a renovar el parque inmobiliario más ineficiente. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), cada año se realizan aproximadamente 500.000 transacciones de vivienda usada y 150.000 alquileres nuevos , operaciones que podrían verse gravemente afectadas si no se acelera la renovación energética.
La Unión Europea ha establecido que todos los Estados miembros deben alcanzar una tasa anual de renovación del 3% de sus viviendas menos eficientes , con el objetivo de que en 2033 el parque inmobiliario español haya alcanzado como mínimo la