La ministra del ramo ha hallado la solución para aliviar la mole que es la adquisición de una casa a un precio razonable. Isabel Rodríguez ha comentado que son necesarios unos nuevos Presupuestos Generales del Estado. Facilitarán más construcción «pública» y «asequible». Con ese propósito tan noble y desinteresado ha demandado a las fuerzas políticas que acompañen al Ejecutivo. Cómo negarse. En realidad, el tramposo soniquete de la ministra, con el fin de poner el foco en la oposición y no en la responsabilidad del gabinete, encubre el más gravoso condicionante que impide que el mercado oscile en parámetros sensatos. El 45% del precio de una casa lo determina la política. Los retrasos administrativos impactan un 10%, los impuestos, otro 30% y y la escasez de oferta, un 5%. El remedio es co

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