Cerca de 900 turistas se quedaron sin la oportunidad de sobrevolar las famosas Líneas de Nazca durante el último fin de semana debido a fuertes vientos en la región Ica. El cierre temporal del aeródromo María Reiche fue decidido por la Corporación Peruana de Aeropuertos y Aviación Comercial (Corpac) ante el levantamiento de arena y la baja visibilidad.
El Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi) reportó ráfagas de viento que alcanzaron hasta 63 kilómetros por hora en Pisco, lo que generó tormentas de arena que complicaron el tránsito terrestre y afectaron a viviendas de material precario en la zona.
Italo Benavides, director de turismo de la Cámara de Comercio, indicó que las operaciones en el aeródromo se reanudaron el lunes, pero advirtió que si los vientos aumentan nuevamente, los vuelos podrían ser suspendidos otra vez.
La alerta meteorológica emitida por el Senamhi se extiende a lo largo de la costa central, desde La Libertad hasta Arequipa, y se relaciona con la intensificación del Anticiclón del Pacífico Sur. Este fenómeno provoca nubosidad, neblina y lloviznas en el litoral peruano, además de levantamiento de polvo y arena que afecta la seguridad en las rutas aéreas y terrestres.
El último sábado, Corpac no solo suspendió los vuelos en Nazca, sino también las operaciones en el Aeropuerto Internacional de Pisco desde las 2 de la tarde. Sin embargo, otros terminales aéreos en la costa sur continuaron funcionando con normalidad.
El Centro de Operaciones de Emergencia Regional (COER) de Ica instó a los conductores a tener precaución en las carreteras, especialmente en la vía Pisco-Paracas, donde la visibilidad se volvió riesgosa.
Los vientos que se registran en la región son conocidos como vientos Paracas, un fenómeno climático característico de la costa sur peruana. Este fenómeno se intensifica entre agosto y octubre, y puede causar daños significativos, como la caída de árboles y cortes temporales en los servicios básicos.
Las autoridades recomiendan a la población tomar medidas de seguridad durante estas tormentas de arena, como buscar refugio, cubrirse la boca y nariz, y asegurarse de que las ventanas y puertas de sus hogares estén cerradas.