Los cucuteños podrían quedarse sin los buses de transporte público, por las constantes amenazas de organizaciones criminales en contra del gremio: sus conductores, vehículos y empresas.
Durante el fin de semana, por ejemplo, una granada fue aventada a un paradero en el barrio Rudecindo Soto. Y, aunque, por suerte, no explotó, habitantes de la capital del departamento de Norte de Santander se vieron obligados a comunicarse con las autoridades para que realizaran la detonación controlada.
Pero eso no es todo. En los últimos meses se calcula que al menos tres acciones terroristas han estado dirigidas contra los conductores de buses de transporte público en la ciudad.
¿Qué dicen las autoridades cucuteñas?
En un consejo de seguridad las autoridades cucuteñas indicaron que bandas delincuenci