Girar una llave, tomar un lápiz, usar un par de tijeras. Acciones que surgen a partir de “un alfabeto” que el cerebro utiliza para enseñarle a las manos ¡o a los pies! Así como se forman palabras combinando letras, el cerebro también maneja un ABC de acciones almacenadas en la circunvolución supramarginal que permite construir acciones complejas.
Se trata de bloques de construcción cerebrales que permiten realizar acciones en diálogo con objetos. El giro supramarginal del cerebro- ubicado en el lóbulo parietal inferior- es el que permite realizar un “ensamblaje” y facilitar este aprendizaje.
Este descubrimiento es clave para la observación de problemas motrices y plantea nuevos desafíos con implicancias en el desarrollo de la robótica y las interfaces cerebro-máquina.
¿Mitos o verdades?