Tras la devastación de un incendio forestal, como los que estas semanas afectan con especial virulencia a la provincia de León y a diferentes puntos del noroeste peninsular, el paisaje puede presentarse como un escenario “totalmente desolador”, dominado por troncos calcinados y suelos ennegrecidos cubiertos de cenizas. Sin embargo, los ecosistemas terrestres de las zonas atlánticas y mediterráneas de la Península poseen la “ventaja” de que sus especies vegetales han convivido durante miles de años con el fuego bajo regímenes naturales, desarrollando “impresionantes estrategias adaptativas”.
Así lo destacó el doctor en Ecología de la Universidad de León (ULE), José Manuel Fernández Guisuraga, quien señaló cómo la regeneración de las zonas afectadas por el fuego es a menudo muy “vigorosa”,