El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a desafiar las convenciones democráticas al firmar una orden ejecutiva que abre la puerta a la militarización de ciudades estadounidenses bajo el argumento de garantizar el “orden público”. La medida, anunciada este lunes en la Casa Blanca, otorga al secretario de Defensa, Pete Hegseth, la responsabilidad de crear una unidad especializada dentro de la Guardia Nacional de Washington, D.C., dedicada a labores de seguridad y con la capacidad de ser desplegada en cualquier rincón del país. Se trata de un paso inédito que, en palabras de sus críticos, supone un intento de normalizar la presencia de soldados armados en las calles para ejercer funciones policiales.
La orden ejecutiva no solo contempla la formación de este cuerpo especializ