Biólogas aprovechan restos de agave del Bacanora para elaborar jabones e iniciadores de fuego.
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Hace ocho años, Valeria Cañedo incursionó en la industria de la producción del Bacanora en ranchos productores de la región de Mátape y, como bióloga , se percató de los desperdicios que se generaban en el proceso de preparación de esta típica y tan tradicional bebida sonorense , del cual le surgió una idea.
“Aproximadamente un 70% de la planta no es aprovechada, el 30% viene siendo la piña y el 70% las pencas, entre otras cosas. Y de ahí nació la idea de ¿por qué no aprovechamos”.
Valeria y su amiga Leonela Báez, quien también es bióloga e impulsadas por la doctora Vianey del Río se animaron a comenzar a experimentar con las fibras y el bagazo del agave de la