Probablemente ni Trump ni Putin esperaban el enorme respaldo europeo que recibiría Zelenski después de la entrevista que tuvo lugar entre ambos en Alaska. Quizás tampoco los gobiernos europeos que acudieron junto con Zelenski habían presupuestado acudir “en masa” al encuentro con Trump. Podemos pensar incluso que tal acción fue concertada a última hora como un desenlace cuasi espontáneo surgido después de la cumbre de Alaska. Acontecimiento que había demostrado de modo claro una serie de hechos que al parecer serán constantes mientras gobierne Trump. El primero, el más evidente de ellos, fue que los Estados Unidos de Trump han renunciado a ser parte de la guerra habiendo cambiado el oficio de participante por el de mediador .
EL DILEMA DE UNA EUROPA UNIDA
La presencia europea en Washi