El largo y desesperante trancón vehicular que se registró el lunes en la mañana en la capital del país, sobre todo en la zona céntrica y norte, luego de que uno de los articulados de Transmilenio presentara fallas a la altura de la avenida Caracas con calle 72, deja varias lecciones a ese sistema de transporte masivo, así como a las autoridades de movilidad distrital.
Es claro que una falla mecánica de un vehículo es una contingencia normal, pero, en modo alguno, ello puede llevar a que se genere un traumatismo de las proporciones del registrado al comienzo de la mañana. Las imágenes de miles de personas bajándose de los articulados y caminando afanosas para llegar a sus sitios de trabajo, estudio y otros destinos fueron muy parecidas a las que se registran cuando hay bloqueos en vías pri