Como si la vida se tratara de una carrera perfectamente orquestada entre la disciplina y el disfrute , Emma Mazzenga lleva adelante una dieta equilibrada que avanza en sincronía con entrenamientos constantes: verduras frescas, algo de carne o pescado, una copa ocasional de vino y caminatas decididas que desafían al sedentarismo. Son pequeños —grandes— ritos diarios: salir al aire libre, escuchar los límites del cuerpo y no dejarse atrapar por la quietud.
El verdadero combustible para la vitalidad nace entonces entre movimiento y buena alimentación.
A los 92 años , Emma Maria Mazzenga desafía las expectativas sobre el envejecimiento y el deporte. Esta atleta italiana , considerada la mujer de más de 90 años más rápida del mundo, ha batido varios récords mundiales