Como ya hizo carrera, la convocatoria de la Selección Colombia para los partidos finales de las Eliminatorias al Mundial 2026 se conocerá cuando no haya más remedio.
Dirán que esperan hasta último momento para evitar lesiones y cambios en la lista, pero también tendrán que aceptar que el juego del misterio y la incertidumbre, poco eficiente por demás, les produce cierta fascinación.
Será un baile de los mismos con las mismas, como no podría ser de otra manera: esos que despilfarraron los ahorros y generaron la presión de ganar a cualquier precio contra Bolivia (4 de septiembre) y de sumar contra Venezuela (9) tienen que poner la cara y terminar por fin la tarea, aplazada de manera insólita hasta el final del torneo clasificatorio.
Por si hiciera falta tensión, Colombia llega al duelo en