
La líder de Podemos , Ione Belarra , ha puesto en duda las intenciones del Ejecutivo de Pedro Sánchez respecto a la presentación de los Presupuestos Generales del Estado . Según ha afirmado en una entrevista en Las Mañanas de RNE , la propuesta no buscaría tanto sacar adelante unas nuevas cuentas públicas para 2026 como preparar el terreno para un adelanto electoral .
“Una jugada política”
Belarra considera que la insistencia del Gobierno en anunciar un nuevo proyecto presupuestario es en realidad “una jugada política” similar a la que, en su opinión, Sánchez ya realizó en 2018. Entonces, recuerda, el presidente presentó unos Presupuestos con pocas opciones de prosperar, lo que desembocó en su rechazo en el Congreso y en la posterior convocatoria electoral de 2019.
En esta ocasión, la secretaria general de Podemos apunta a que la situación política de Sánchez está marcada por el “gravísimo caso de corrupción” que ha llevado a prisión provisional a su ex número tres, Santos Cerdán , e imputado a José Luis Ábalos , exministro y figura clave de sus primeros gobiernos.
Líneas rojas de Podemos
La dirigente morada también ha recordado que Podemos mantiene las condiciones impuestas el curso pasado para apoyar los Presupuestos , refrendadas por sus bases con un 89 % de respaldo . Estas “líneas rojas” incluyen:
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Romper relaciones comerciales y diplomáticas con Israel.
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Reducir por ley un 40 % el precio de los alquileres.
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Prohibir la compra de viviendas a quienes no vayan a destinarlas a uso residencial.
Belarra ha insistido en que esas exigencias están blindadas y que el margen de flexibilidad es muy limitado, aunque reconoce que podría debatirse algún “ligero matiz” en el porcentaje de rebaja de los alquileres.
Un alto precio político
Con estas condiciones, Podemos se erige en uno de los socios más difíciles para el Gobierno a la hora de negociar. A ello se suma la incertidumbre sobre la posición de Junts , que también podría desmarcarse en la votación parlamentaria.
Belarra ha recordado que Sánchez aseguró hace un año que seguiría adelante “aunque no tuviera presupuestos o apoyo parlamentario”, lo que, a su juicio, refuerza la sospecha de que la actual estrategia busca un movimiento táctico hacia unas elecciones anticipadas .