Sobornar políticos, policías y militares a lo largo de décadas, explican el crecimiento exponencial del Cartel de Sinaloa y por qué el Mayo Zambada pudo operar con tranquilidad sin pisar nunca la cárcel. Al menos no una cárcel en México, hasta que los americanos vinieron por él, se lo llevaron sin avisarle al gobierno y lo tienen en una de sus cárceles donde, a decir de la fiscal Pam Bondy, pasará lo que le quede de vida, que no debe ser mucho.

El gobierno de EU no se anduvo por las ramas, reconoció que la captura del Mayo y su declaración de culpabilidad son una “victoria histórica”. Acepta así el nivel del Mayo como jefe máximo de una organización criminal que llevó a EU toneladas de droga y que de

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