El robo de cables de cobre en Chile dejó de ser un delito menor para transformarse en un fenómeno criminal de escala nacional e internacional. Así lo planteó la Fiscalía chilena ante la Comisión Investigadora sobre Robo de Cables (CEI 72) , donde expuso que detrás de estas sustracciones existe una cadena organizada que incluye robo, fundición y exportación del metal en lingotes hacia mercados de Asia y Europa.

Claudio Ramírez, jefe del sistema de análisis criminal y focos investigativos del Ministerio Público de Chile , explicó que el delito se desarrolla en tres modalidades principales : robos violentos en faenas mineras, sustracciones en sistemas eléctricos y de telecomunicaciones en áreas urbanas y rurales, y ataques a plantas fotovoltaicas, donde el cableado tiene un alto v

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