Madrid, 26 ago (EFE).- Antes consideradas viviendas precarias para la población más humilde, las “casas cueva” que todavía se conservan en España, en especial en el sur, se han convertido en alojamientos de moda entre los turistas y residencias sostenibles con todas las comodidades del siglo XXI.
Excavadas en la roca o en cerros de arenisca, las casas-cueva sirvieron desde la edad media como vivienda, refugio y escondite. En el siglo pasado la mayoría quedaron abandonadas o destruidas, pero en los últimos años han ganado popularidad por la demanda turística y la escalada de precios de la vivienda en España.
Buena parte de ellas se conservan en la regiones andaluzas de Granada y Almería (sur), aunque también en Alicante (oeste), las islas Canarias (Atlántico) o en La Rioja (noreste) y Cas