El caso de Indira Navarro, madre buscadora y pieza clave en la localización del Rancho Izaguirre —un predio vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación ( CJNG )— refleja la grave crisis de impunidad y parcialidad del sistema judicial en Guanajuato .
A pesar de haber sido víctima de una agresión brutal por parte de su pareja, un expolicía federal, que le mutiló dos dedos frente a sus hijos, la justicia le ha dado la espalda.
El agresor fue reclasificado por un juez de control como responsable del delito de “lesiones simples”, en lugar de violencia extrema agravada , lo cual derivó en una suspensión condicional de la sentencia.
La medida le permite quedar en libertad, sin obligación de firmar periódicamente ante autoridades y con apenas seis meses de restricción (en los que n