¿Qué es esto? ¿Cuándo se hizo? ¿Quién lo hizo? ¿Por qué? Son muchas las preguntas que podemos hacernos cuando visitamos un lugar por primera vez o cuando cruzamos las puertas de un museo repleto de obras de arte o curiosos artilugios. Hacerlo de forma libre, tan solo con la información de una guía, un folleto o una página web, puede resultar una experiencia sorprendente, pero también puede dejarnos con la sensación de que nos hemos perdido algo que merecía la pena.
De ahí que ayuntamientos y otras organizaciones hayan consolidado programas estivales de visitas y recorridos guiados por sus dominios. Garantizan al visitante un conocimiento detallado de lo que ve. En los equipamientos culturales y espacios económicos, la oferta de visitas guiadas responde también a la necesidad de preservar