La disposición que tenía Niber Alejandro Avendaño Patiño para apoyar a quien lo necesitara le terminó costando la vida. Todo porque decidió apoyar un servicio que le habían solicitado a otro colega porque le quedaba en el camino, pero que finalmente fue una trampa para secuestrar a un profesional de la zona en la que él terminó cayendo.
Así lo manifestó Margarita Rosa Cadavid, una veterinaria y amiga cercana de este profesional, quien trabajaba con él y tuvo conocimiento de lo que ocurrió, minutos antes de ser raptado en la vereda Las Ánimas, de Santa Rosa de Osos, Norte antioqueño, donde lo encontraron asesinado mediante asfixia mecánica.
“Unos veterinarios, conocidos con los que hemos trabajado en anteriores ocasiones, tenían que prestar ese servicio y nos pidieron el favor porque ello