El problema de la vivienda , evidente en toda España y especialmente grave en mi querida ciudad, Barcelona, no parece quitarle el sueño a ninguno de los que hacen como que nos gobiernan. El alcalde Collboni nos decía no hace mucho que resistiéramos, pues nos asistía todo el derecho a vivir en nuestra ciudad natal, pero aparte de dar ánimos, no se ha matado precisamente a la hora de preservar ese derecho.
Lo mismo puede decirse del gobiernillo de Salvador Illa , que hace lo mismo que el de su señorito, Pedro Sánchez (¡admirable muestra de unanimidad entre el presidente del gobierno y su monaguillo en jefe en Cataluña!). Ambos se declaran progresistas, aunque se quedan en pogresistas , palabro de mi invención para definir a esa seudoizquierda empeñada en que sigamos su lema: “Cree