En la Amazonía peruana, las cochas y lagos estacionales son el corazón de la vida comunitaria. Son lugares donde los niños aprenden a pescar, donde las mujeres recolectan plantas medicinales y donde los sabios ancianos transmiten conocimientos ancestrales. Este 27 de agosto, Día Mundial de los Lagos, los pueblos amazónicos junto al movimiento ambiental nacional hacen un llamado urgente: nuestros cuerpos de agua dulce están en grave peligro.
Nuestra Amazonía alberga miles de cochas, lagunas y «tipishcas» (lagos de herradura) que regulan las crecientes del río, purifican el agua y mantienen la pesca que alimenta a cientos de comunidades nativas. Sin embargo, la contaminación petrolera, la minería ilegal y la deforestación están envenenando estos santuarios de vida.
Las cochas de Loreto mue