La configuración astral de la última semana de agosto trae cambios totalmente inesperados para todos los signos del zodíaco. Neptuno retrógrado hasta el 10 de diciembre simboliza en astrología la necesidad de mirar más allá de las apariencias, dejar de lado las expectativas falsas y cuestionar las ilusiones, todo aquello que puede distorsionar la visión de la realidad. Es un tránsito que fortalece la conexión con la intuición y abre la posibilidad de curar viejas heridas. Es un momento clave de claridad, conciencia y de animarse a comprender el camino espiritual.
Por otro lado, las predicciones de los últimos días de agosto también están influenciadas por el encuentro entre Venus y Saturno, que representa un gran aprendizaje en todo lo relacionado con los vínculos para la construcción