En la calle Ignacio Zaragoza, en el centro de Tlalnepantla , Estado de México , un local guarda más de medio siglo de historias. Ahí, Don Salvador , de 87 años, recibe bicicletas que llegan desgastadas y las devuelve a la vida con la misma pasión con la que comenzó cuando era apenas un joven trabajador en la empresa Bimex.

Desde entonces se ganó el apodo de “El Niño”, un sobrenombre que aún conserva con orgullo. Su gusto era armar la legendaria bicicleta tipo Vagabundo Bimex mototrial, un modelo icónico de rin 20, con dinamo y faro integrado, que en su época representaba modernidad y aventura.

Del empleo al sueño propio

Aunque recuerda con cariño su paso por Bimex, Don Salvador tuvo que dejar la empresa. Con su liquidación inició un proyecto que se convertiría en su vida ente

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