Durante la ola de incendios que está quemando numerosos territorios en España hemos podido ver cómo la actividad agrícola ha sido una verdadera aliada para frenarlos, convirtiéndose en cultivos cortafuegos , a pesar de que las llamas hayan provocado daños en distintas explotaciones de viñedos o cerezos.

De este modo vimos como los viñedos en Galicia se convirtieron en cortafuegos, en auténticos muros verdes que detuvieron las llamas salvando cultivos, casas y bosques. También los cerezos en el Valle del Jerte y del Valle de Ambroz han conseguido salvar a muchos de los bosques que los rodean.

Hace tres días, Pascual Cabedo, agricultor y fundador de la plataforma EAP , escribía que «los cerezos de Fernando, un agricultor de Gargantilla (Cáceres) fueron capaces de parar el avance del incendio que amenazaba a la población ».

Los aliados contra el fuego

Cabedo explicaba la razón de este milagro: «los cultivos están limpios de malezas y los árboles de cultivo están hidratados y sus hojas, ramas y troncos tardan mucho más en arder». Este ejemplo es «sólo uno de los innumerables casos en que la agricultura y la ganadería son los mejores aliados contra los devastadores incendios », apuntaba en su escrito.

Los cultivos de Cabedo también fueron víctima de las llamas en 2012, cuando « se produjo un gran y devastador incendio que en pocas horas había pasado a las poblaciones de Gestalgar, Bugarra y Pedralba», en Valencia.

Barrera contra el fuego

«En esta zona y en medio de dos masas importantes de monte se encuentra nuestra Finca La Salada, el fuego ya había arrasado la masa este de monte y al llegar a nuestra finca encontró una barrera que lo frenó y ralentizó su avance » relata el agricultor, refiriéndose a su zona de cultivo.

«Los medios aéreos pudieron cargar agua en nuestra balsa de riego y ello permitió detener el avance del incendio y que pasara a otras masas de monte y evitar males aún mayores», describe recordando estos angustiosos momentos.

valle del jerte

Cultivos antiincendios

«Mientras escribo estas palabras me saltan las lágrimas sólo de recordarlo, perdimos más de 2.000 árboles de la finca, se nos quemaron algunas infraestructuras de riego y maquinaria, no recibimos ninguna ayuda por lo ocurrido y renunciamos a cobrar por el agua de la balsa  que se utilizó para apagar el incendio», continúa Cabedo.

Explica que los «perímetros de la finca también salvaron a la propia finca, quedó intacto más del 90%, almacén y principales infraestructuras». Concluye Pascual que su experiencia fue un caso más, « entre los miles y miles de ejemplos en los que la agricultura y la ganadería es nuestra mejor aliada , no sólo para alimentarnos, también para protegernos de desgracias como las que estamos viviendo en estos momentos».

El papel de los viñedos

Con este testimonio y estos ejemplos no es difícil comprender la función de la agricultura en la prevención, el papel de los cultivos como cortafuegos y la importancia de mantener vivos los territorios rurales en España y en Europa.

La propia Comisión Europea reconocía a principios de julio que la producción de vino está profundamente arraigada en la identidad cultural y la economía rural de Europa, pero también se perfila como un aliado inesperado en la prevención de incendios forestales .

«Con una gestión responsable, los viñedos pueden ayudar a reducir la propagación de incendios forestales y proteger los paisajes , las comunidades y el patrimonio de Europa», detallaba la comisión en un artículo titulado Los viñedos como prevención de incendios forestales .

Sellos de cortafuegos productivos

En este sentido la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (Euipo) ha dado luz verde a la creación de las marcas Fire Wine Resilient Landscape y Fire Product Resilient Landscape para certificar las bodegas y los productores agrarios de la UE comprometidos con la gestión de sus fincas para la prevención de incendios forestales actuando como «cortafuegos productivos».

La UE ha autorizado la certificación dos años después de la presentación de la iniciativa Fire Wine y de la realización de investigaciones para llegar a los requerimientos de localización y gestión de los cultivos por actuar como cortafuegos naturales y productivos, informa este miércoles el Centre de Ciència i Tecnologia i Forestal de Catalunya ( CTFC) .

Fire Wine y Fire Product

Fire Wine Resilient Landscape es la marca dirigida a la cadena de valor del vino y Fire Product Resilient Landscape, está dirigida a productos primarios como el aceite, los frutales, la trufa o las hortalizas , entre otros.

Además, se prevé la posibilidad de adhesión grupal en las marcas, ya sea vía Denominaciones de Origen, agrupaciones de viticultores y otros productores o territorios.

Requisitos de las fincas

Para obtener los sellos, las fincas deben cumplir ciertos requisitos relacionados con la extensión mínima de las tierras cultivadas, estar ubicadas en puntos estratégicos para frenar la propagación del fuego, ser limítrofes con áreas forestales o actuar como zonas de transición entre bosques, zonas urbanas o infraestructuras clave como vías de comunicación, torres eléctricas, instalaciones de renovables, etc.

La iniciativa se enmarca en el proyecto Fire-Res de innovación tecnológica y soluciones socioecológico-económicas, uno de los proyectos para la prevención de grandes incendios forestales promovidos por la Comisión Europea como parte del European Horizon 2020, coordinado por el CTFC.