Posesiones diabólicas
Un tío de Juan José Arreola estaba obsesionado con la duda de si el diablo realmente existe. En una ocasión en que lo acompañó a un viaje, éste bebió abundantemente y, al llegar al cementerio, entró con su sobrino... El hombre alzó los brazos y gritó: “¡Diablo hijo de la chingada, cabrón diablo cornudo o como sea! ¡Te conjuro, yo te conjuro a que si existes, diablo cabrón, te me aparezcas!...”.
Luis de la Barreda Solórzano
El diablo no descansa, pero es selectivo. En la ciudad de Campeche se han registrado 38,400 posesiones diabólicas únicamente en los últimos cuatro años, nos cuenta el reportaje de Esteban David Rodríguez sobre los exorcismos en el país ( Milenio , 23 de agosto). No diré, ¡para no ser acusado de violencia política de género!, que en ese récord q