Insisto en lo comprometido que resulta el que un político distraído y mentiroso contumaz ordene la construcción de leyes a sus cuates de gabinete, particularmente cuando desconoce el tema y por lo tanto, mostrando incapacidad para juzgar su contenido hasta el grado, incluso, de no aplicar lenguaje renovado. Tal es el caso del gobernador queretano Mauricio Kuri , que al detectar la importancia del nicho que representa el sector de la protección animal se manifestó amante respetuoso… ¡ajá!… de las criaturas no humanas, cuando para empezar mal encargó la rehabilitación de un zoológico a empresario restaurantero ¡aficionado y patrocinador de la tauromaquia! Todavía peor fue el que haya publicitado haber recompuesto su iniciativa de la mano de Renata Valencia y Elizabeth Soto
GARCÍA, ¡Muchas gracias!

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