El Ministerio de Defensa de Rusia admitió este jueves haber atacado en la noche objetivos en territorio ucraniano con drones y misiles hipersónicos Kinzhal, que dejaron un saldo de 14 civiles muertos en Kiev, entre ellos tres menores de edad. Sin embargo, a pesar de las imágenes que dan prueba de que el ataque fue dirigido contra casas y negocios civiles, el Kremlin negó esto y aseguró que se trató de objetivos militares.

Según el comunicado castrense, el Ejército ruso lanzó un ataque combinado con armas de precisión de largo alcance lanzadas desde aviones y drones de asalto.

El objetivo, precisa el parte de guerra en Telegram, fueron aeródromos ucranianos e instalaciones de la industria militar enemiga.

Sin embargo, los misiles y bombas rusas alcanzaron edificios de viviendas en varios

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