La violencia ocurrida en los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Universidad de Chile e Independiente de Avellaneda sigue generando graves repercusiones fuera de la cancha. Una familia mendocina, que llevaba casi 10 años radicada en la región de Coquimbo, denunció que fue víctima de balaceras y amenazas tras ser identificados como hinchas del “Rojo”.

El origen de esta ola de violencia se remonta a la noche del partido disputado en Avellaneda, donde los disturbios en el estadio —con invasi ón de campo, enfrentamientos entre hinchas y represión policial — marcaron un tenso precedente. En Chile, seg ún denunció la familia, esa rivalidad se trasladó directamente a su hogar.

“Somos una familia de hinchas de Independiente de Avellaneda de hace más de 100 años.

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