A Luis Eduardo Buriticá Guerrero, alias Chita, no le valieron los testimonios convenientes ni su intención de demostrar que su víctima era una ladrona para salvarse de una condena.
No solo fue una mujer que tuvo que pelear sola , sin testigos, contra la agresión sexual y el hurto del que fue víctima. Las investigaciones y análisis forenses permitieron demostrar que la joven tenía razón.
Así fue el violento ataque
En la madrugada del 29 de diciembre del 2024, Luis Eduardo invitó a una vecina a su vivienda, en zona rural de Manizales. Allí, tras consumir bebidas alcohólicas, le propuso sostener relaciones sexuales, ante lo que ella se negó.
Ante la negativa, el hombre se abalanzó sobre ella y le practicó tocamientos en sus partes íntimas. Ante la resistencia, este sacó un cuchillo d