En un movimiento que subraya la adaptabilidad y preparación de las , se ha llevado a cabo un ejercicio de defensa aérea sin precedentes sobre aguas abiertas. Protagonizado por helicópteros de rescate y un caza F-15D Eagle, este test, iniciativa de la Guardia Nacional Aérea, la Reserva de la Fuerza Aérea y la , constituye un ensayo de calado para las capacidades marítimas de la nación.
La prueba implicó la defensa de dos modelos de helicóptero, un HH-60W Jolly Green y un HH-60G Pave Hawk, respondiendo a ataques simulados por un F-15D en un escenario naval. Dichos ataques fueron diseñados para emular situaciones reales donde las aeronaves de rescate estadounidenses podrían verse hostigadas en alta mar, buscando validar y mejorar protocolos de respuesta.
Además, el carácter innovador de