Las fracturas internas son consustanciales a la izquierda. Su militancia y sobre todo sus cuadros acostumbran a tener la piel tan fina que pequeñas divergencias han precipitado sonadas escisiones en este espectro ideológico. Podemos es quizá el mejor ejemplo de esto. Hace apenas 10 años irrumpió en el tablero como una fuerza aglutinadora de distintos espacios con un respaldo envidiable, pero poco a poco ha ido tirando por el desagüe su caudal político por cuestiones difíciles de comprender para buena parte de su electorado.

Sería injusto decir que este despilfarro obedece únicamente a personalismos, porque también ha habido desavenencias ideológicas y estratégicas. Pero para quienes tenemos La vida de Brian entre nuestras películas favoritas, nos resulta imposible no relacionar la hi

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